La contabilidad financiera tiene como objetivo proteger los intereses de los acreedores y es por esta razón que esta contabilidad y sus normas son obligatorias. Con ella se suministra información a los accionistas, acreedores, proveedores, bancos, hacienda y en general todos los entes económicos externos que requieren información, sobre todo financiera, que les permitirá concederle crédito a la empresa o invertir en ella.

Es un error frecuente pretender gestionar la empresa con la información financiera, que está pensada con el prisma del analista externo y que normalmente se centra en la generación de fondos y la capacidad de reembolso, esto condiciona la estructura del balance como la de la cuenta de pérdidas y ganancias. Por supuesto que todos los criterios son válidos, el fiscal, el financiero y el económico, aunque persiguen objetivos distintos y debemos utilizar cada prisma con el fin para el que fue concebido.

La Contabilidad analítica o de Gestión suministra la información relativa a los costes y a la valoración permanente de los productos y servicios generados, a los efectos de determinar el valor de las existencias y el coste y el margen de los productos vendidos, con el nivel de desagregación que se requiere en cada momento, empresa y situación.

Pretende orientar al equipo gestor y soportar las decisiones económicas de la empresa, suministra una valoración permanente de las existencias lo que facilita enormemente el cierre mensual sin realizar un inventario físico. La empresa tiene total libertad en su diseño, que normalmente se ajusta al sector y la actividad para poder generar información útil internamente, por esta razón el prisma agrega la información para suministrar costes, rentabilidad y resultados por actividad, producto, proyecto, cliente, etc.

Agregar los gastos por naturaleza no es de utilidad internamente, por ejemplo: los gastos de personal no quieren decir nada, hará falta conocer la mano de obra directa, asociada a cada actividad, producto, etc. para evaluar su eficiencia y determinar los precios de venta.

Por otro lado debe permitirnos identificar los costes variables y fijos y por lo tanto permitirnos conocer el punto muerto, y así, hacer un correcto análisis de la relación Coste-Volumen-Beneficio para ofrecer información sobre los riesgos derivados de las variaciones en los volúmenes de producción, los efectos del aumento de los costes fijos y el cambio en los beneficios ante las modificaciones de precios, volúmenes y costes.

La Contabilidad es un conjunto de técnicas y procedimientos que permiten reflejar de forma ordenada la actividad económica, la situación financiera y la rentabilidad de la empresa. En general la contabilidad financiera debería estar siempre acompañada de una Contabilidad de Gestión, que lamentablemente no es obligatoria, con normas orientadas a conocer la evolución del negocio desde el punto de vista de la Dirección, alineada con el sector o actividad, la estrategia de la compañía, su organigrama y sus peculiaridades, el resultado es de gran utilidad y le da peso, poder y valor al departamento económico-financiero.

Miguel Baldwin
Autor de tesorería efectiva: Enlace a Amazon
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